Estos cuencos apilables son perfectos para que el peque practique su motricidad fina y el desarrollo de su creatividad e imaginación. Podrá usarlos donde quiera: en casa, en el exterior, en la bañera, en la playa, en la piscina... Además, los puede usar de mordedor para aliviar las encías en su etapa de dentición. Le ayudarán también a aprender los tamaños y a diferenciar colores de diferentes tonalidades entre si.
Es perfecto a partir de los 10 meses.