Una forma divertida de aprender jugando.
Montar este puzle de 500 piezas será un auténtico reto para el peque y, además, cuando haya terminado de montarlo, podrá apagar la luz y verá como todo el espacio brilla en la oscuridad.
Impreso con tintas no tóxicas.
Los puzles son un juguete educativo y estructurado donde el niño/a aprende a coordinar sus acciones y organizar su pensamiento para lograr con éxito el reto tanto de forma individual como cooperativa. Ofrece la oportunidad de cometer aciertos y errores para resolver problemas favoreciendo la tolerancia a la frustración y el razonamiento lógico-matemático. Estimula las funciones cognitivas básicas como son la atención, la memoria y la percepción visual a partir de la observación y la reflexión. Activa el hemisferio izquierdo del cerebro analizando los colores y las formas de las piezas del rompecabezas. Contribuye al desarrollo de la motricidad fina a través de la manipulación de las piezas.